Desde hace siglos, combinar el vino y los alimentos ha sido una actividad natural; ir descubriendo las texturas de los sabores y aprender a combinarlas se ha vuelto un arte. Si bien creemos que en gastronomía es importante experimentar y probar opciones arriesgadas, también creemos que hay combinaciones ya probadas durante mucho tiempo, que simplemente son tal para cual.
Aquí te damos algunos tips para que sepas elegir qué alimentos quedan mejor con tu vino favorito y sorprendas a tus invitados con un maridaje perfecto.
1) Balance entre dulces y salados
A medida que el platillo sea más salado la acidez del vino se percibe mucho menos; mientras que un platillo dulce realza la acidez del vino. En general los sabores dulces no se llevan bien con los vinos secos, por lo tanto es más recomendable maridad un vino dulce con platillos dulces. Eso sí: no olvides que el vino debe ser siempre un poco más dulce que el alimento que va a acompañar.
2) El objetivo es realzar los sabores
Cuando se habla de maridaje se busca realzar la combinación de sabores entre el alimento y el vino y evitar que un sabor predomine sobre el otro. Por eso te recomendamos que no combines comidas ligeras con vinos potentes y que buscas, mediante ensayo y error, un equilibrio adecuado de sabores que consientan al paladar y que hagan una especie de danza sin que ninguno de los dos anule al otro. Busca siempre el equilibrio; combina comidas de sabores fuertes o muy sazonadas, con vinos potentes; y comidas ligeras con vinos ligeros.
3) Tomar en cuenta el origen
Si vas a servir una mesa de queso y quieres acompañarla con un vino lo mejor que te podemos recomendar es que investigues y tomes en cuenta el lugar de procedencia de ambos, ése es un buen punto de partida. Ambos productos son de origen natural; por lo tanto no es de extrañar que tanto la tierra donde creció la uva como el pasto que alimentó al ganado para obtener la leche con la que se elaboró el queso, tengan características y sabores similares. Claro que los procesos de producción industrializados afectan y modifican algunas de estas características, pero combinar un vino y un queso de la misma región sigue siendo una combinación segura.
Ahora queda que hagas la prueba, elige un vino favorito y piensa cómo combinarlo o viceversa; piensa en una receta que quieras preparar, analiza sus ingredientes y sabores y atrévete a buscar el vino perfecto. ¡Provecho!
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